RAM reúne cuatro intervenciones en diferentes espacios de Proa, que los artistas seleccionaron, y que otorgan una nueva mirada de la arquitectura.
RAM, una nueva palabra incorporada al lenguaje, describe un acontecimiento contemporáneo. RAM es la capacidad de la memoria de un ordenador, y a diferencia de otras, esta memoria está definida como aleatoria, como volátil.
“La decisión de nombrar el proyecto RAM es porque, además de dar cuenta de la actualidad de la vida moderna, recupera el concepto de memoria y, en este sentido, las obras se inscriben en la tradición de la historia del arte”, nos comenta Bengolea.
Por un lado la pintura mural, que viene desde los orígenes del arte (Altamira), adquiere especial relevancia durante el medioevo con su objetivo religioso, y en el siglo XX el muralismo la tomó para dar cuenta de contenidos políticos y sociales. RAM se inscribe en esta tradición, cuando los artistas realizan sus obras en el muro en diálogo con la arquitectura.
El arte conceptual inaugura una nueva forma de hacer arte porque abandona el gesto pictórico y rescata el concepto por sobre su ejecución. Desde Duchamp con su Mingitorio hasta Sol LeWitt con las premisas del arte conceptual y la pintura mural abstracta, el arte ya no es más un tema de autoría, de original. RAM presenta obras realizadas en plotter y vinilo, recuperando las nuevas tecnologías a favor del arte, y posibilitando la realización de obras monumentales.
Los movimientos geométricos, abstractos y op son el común denominador de los artistas de RAM. Todos eliminan la figuración y recuperan la geometría, el movimiento, el espejo y la ambigüedad de la visión.
Estos conceptos descriptos sumados a la historia como memoria están presente en RAM: el azar, lo aleatorio, el movimiento como parte de un presente en permanente cambio.
RAM, una nueva palabra incorporada al lenguaje, describe un acontecimiento contemporáneo. RAM es la capacidad de la memoria de un ordenador, y a diferencia de otras, esta memoria está definida como aleatoria, como volátil.
“La decisión de nombrar el proyecto RAM es porque, además de dar cuenta de la actualidad de la vida moderna, recupera el concepto de memoria y, en este sentido, las obras se inscriben en la tradición de la historia del arte”, nos comenta Bengolea.
Por un lado la pintura mural, que viene desde los orígenes del arte (Altamira), adquiere especial relevancia durante el medioevo con su objetivo religioso, y en el siglo XX el muralismo la tomó para dar cuenta de contenidos políticos y sociales. RAM se inscribe en esta tradición, cuando los artistas realizan sus obras en el muro en diálogo con la arquitectura.
El arte conceptual inaugura una nueva forma de hacer arte porque abandona el gesto pictórico y rescata el concepto por sobre su ejecución. Desde Duchamp con su Mingitorio hasta Sol LeWitt con las premisas del arte conceptual y la pintura mural abstracta, el arte ya no es más un tema de autoría, de original. RAM presenta obras realizadas en plotter y vinilo, recuperando las nuevas tecnologías a favor del arte, y posibilitando la realización de obras monumentales.
Los movimientos geométricos, abstractos y op son el común denominador de los artistas de RAM. Todos eliminan la figuración y recuperan la geometría, el movimiento, el espejo y la ambigüedad de la visión.
Estos conceptos descriptos sumados a la historia como memoria están presente en RAM: el azar, lo aleatorio, el movimiento como parte de un presente en permanente cambio.